Hace 7 meses, el joven Jonathan Munguía emigró hacia Estados Unidos. Sus padres Marlene Sinclair y Aversio Munguía, sienten cada día su ausencia y aunque saben que su hijo está mejor fuera del país, su ausencia es inevitable. Pero gracias a su trabajo la familia puede ayudarse a solventar los gastos del hogar.
Y es que el logro de un migrante también puede traducirse en la capacidad de ayuda que puede enviar a los demás miembros de la familia que quedan en el país, como sucede con algunas familias de migrantes en el Caribe Sur, que han podido prosperar con iniciativas de negocios que han emprendido con la ayuda económica de quienes han dejado el país en busca de sus sueños.
Tal es el caso de la familia del migrante Jonathan Munguía. “Su madre se preocupa mucho y siempre me pregunta ‘¿Cuándo lo veremos?
La mamá me dice cuándo voy a volver a ver a mi hijo’, yo le dije: ‘Ahora sí, ahora está la tecnología. Ahí está el Facebook. Ahí está el WhatsApp, vas a poder platicar con él todos los días’, expresa Munguía padre.
Munguía es un joven con una vida económicamente muy activa, su familia son una referencia como “cambistas” o “cambia dólares”, en el centro de la Ciudad de Bluefields. Sin embargo, el joven explorando otros mercados se había establecido en Bilwi, Puerto Cabezas, con una casa de cambio en la localidad. Pero su padre comenta, que de repente le dijo que se marchaba.
“Me dijo: Papá me quiere ir a los Estados Unidos’ y fue una noticia impactante no como para un padre porque sabes que no vas a ver a tu hijo fácilmente nuevamente, yo le dije que la vida ahí es dura. Pero aun así él se fue, ahora me comenta que está muy bien, aunque reconoce que es duro porque tiene que levantarse tempranito para ir al trabajo, debe de tomar dos rutas durante dos horas dilatadas y es diario ese trajín”, relata el padre del joven migrante.
“Como padres nos afecta porque ya no estás con tu hijo, y aunque ya es mayor, pues él no es un niño, es una persona que tiene 30 años, pero a pesar de eso, como padres vos queres estar con tus hijos, con tu familia”, dice Munguía tras manifestar que aprovecha las horas tempranas del día para comunicarse con su hijo, así también los sábados y los domingos cuando su vástago está libre.
Mungia comenta, que 19 miembros de su familia han partido a Estados Unidos, dejando un enorme vacío en sus hogares.
“De nuestra la familia han partido sobrinos, primos, todos los hijos de mis hermanas, casi toditos han emigrado” para solventar el vacío de quienes dejaron la casa, los padres, hermanos y resto de familias están conectadas por el uso de la tecnología en el celular o la computadora, y las aplicaciones de videollamadas cada vez que están disponibles o fueras de sus horarios de trabajo.
“Lo más difícil aquí es sentimentalmente saber que no está, que no está junto que no le vas a estrechar la mano que no vas a abrazarlo, que hoy es un día especial feliz cumpleaños y lo vas a abrazar, o sea, no, no, no tenés eso”
“A veces le salen sus lágrimas, porque dice que le hace falta casa, nosotros, su mamá, papá, hermanos, es porque somos personas de carne y hueso, muchas familias están viviendo esta esta situación, la manera de llevar su ausencia es comunicándonos, hay que llamar, hay que llamar por WhatsApp para verlo, porque lo miras en vivo y ya te sientes tranquilo” “Siempre debemos pensar en Dios, es el único que nos que nos puede ayudar a resolver la nostalgia, la tristeza”.
“Yo como abogado siempre tengo bastante trabajo, bastante gente, que me busca trabajo que hacer y del juzgado, entonces el trajín el movimiento en eso ahí. Yo siento que mi pensamiento se me desvanece, pero cuando llego a casa nuevamente los pensamientos de ¿cómo está mi hijo?, pero son superables, porque te das cuenta que está bien, que el Señor lo está bendiciendo”, sostiene.
La unidad familiar debe permanecer, aunque estén lejos. “No importa si estás en los Estados Unidos o si están embarcado o en Europa, uno siempre tiene que acordarse de su familia, el apoyo mutuo y tratar de mantener siempre la comunicación es una muestra de amor entre quienes migraron y los que están en casa”, expresa Mr. Robert.
Mr. Robert Atily, emprende con el negocio familiar “Jay Nash” ubicado en el corazón del barrio Cotton Tree, uno de los tradicionales lugares de Bluefields, el visionó la oportunidad de un negocio con el surgimiento del rancho “4 Brothers”.
Desde hace más 10 años, sus dos hijos migraron hacia Estados Unidos, uno de ellos está embarcado junto a su nuera, así que les propuso invertir en el futuro negocio y así crearon el “Jay Nash”
“Se llama Jay Nash, son los nombres de mi nuera y de mi hijo, por el apoyo que ellos nos dieron para poder hacer el negocio familiar” , explica Mr Robert.
Desde antaño cuando los visitantes llegan a Bluefields, existía la costumbre que, si llegas a esta ciudad, tenías que visitar el rancho cuatro hermanos o el “Four Brothers” es una discoteca local con infraestructura de un rancho tradicional afrodescendiente, que obliga a los visitantes a bailar el tradicional reggae, soca, y calipso, incluso hasta horas del amanecer, en sus buenos tiempos.
Mr. Robert, es un veterano vecino del local, su casa colinda con el típico rancho, una situación que tras el paso del tiempo observó que era una oportunidad de negocio. “La gente que llegaba al local buscaba comida, nosotros ofrecimos fritos, tacos, bocas y bebidas, y tuvimos gran aceptación en los clientes” señala
“Cuando ellos (La Familia Wilson) hicieron el Rancho Cuatro Hermanos, comencé a vender fritos y entonces miramos que la venta iba muy buena y sobre todo el fin de semana y con todo eso, ahí logré hacer mi casa de concreto, y siempre doy, gracias a Dios por eso, también doy gracias a Don William, de la Ferretería el Tronco, el me ayudó con el crédito de los materiales de construcción”
Cuando Mr Robert inició el local, la casita era de madera, y ya no daba abasto en la cantidad de clientes que tenían y no podían usar la casa familiar como negocio,
así que la única manera era construir una segunda planta de la vivienda, pero debido a las limitaciones económicas y los altos costos de los materiales de construcción, era imposible hacerlo por cuenta propia.
“No teníamos suficiente espacio para poder atender la clientela a como nosotros quisiéramos entonces pensamos en hacer otra planta, donde la gente podía venir a sentarse a platicar y aprovechar de lo que tenemos y ofrecerle tanto como la comida y el buen tiempo que tenemos”, revela Mr Robert.
Con el tiempo, después de la pandemia del COVID- 19, pese a las limitaciones económicas, a causa de los bajones del negocio, Mr Robert junto a sus hijos y su nuera, lograron establecer el negocio “Jay Nash”.
¿En algún momento pensó, qué hubiera pasado si el negocio no funciona?
“Dijimos vamos a probar como nos va, si esto funciona, bien, y si no, pues nos tiramos en otro negocio, si miramos que no funciona el piso arriba con el Sport Bar, pues podemos poner una venta de ropa y cuestiones así”, responde.
“Pero siempre ahí vamos, ahí siempre tenemos gente que vienen aquí (…) a veces estamos llamando, y ofreciendo a ellos y le están diciendo a la clientela a su a sus amigos ya sus hermanos a los vecinos que vengan a visitarnos, pues a ver el local y a ver si les gusta. Pero hay que probarlo y eso es lo que decidimos”, señala.
Desde mediados del año pasado 2021, el “Jay Nash” funciona como un centro recreativo de Sport Bar familiar que además de ofrecer comida corriente, disponen del local para rentar en eventos familiares como cumpleaños, bodas y cualquier actividad comunitaria.
En su vida, Don Roberto Lorenzo Atily Centeno, enseñó a sus hijos a trabajar con esmero y honestidad, hoy en día el negocio, además de ayudar a solventar las necesidades del hogar, también genera empleo a otras 4 personas, como cocineras, meseros, bar tender, además que los miembros de la casa también pueden emplearse en el local.
Para las familias que están separados por asuntos laborales o en busca de mejores oportunidades de vida, la distancia representa en ocasiones un obstáculo en la unidad familiar, pero para Mr. Robert con la comunicación constante es una muestra de amor en la unidad e independiente del país donde se encuentre debe mantener el respaldo a la familia.
Le preguntamos a Mr. Robert que le diría a quienes tratan de emprender un nuevo negocio y se dan por vencido sin antes experimentar que el negocio funcione.
“Uno tiene que seguir peleando y luchando para lo que quiere porque nada va a venir gratis en esta vida, uno tiene que buscar lo que necesite ya para poder seguir adelante.
“Yo les insto a que sigan luchando, uno no puede darse por vencido y decir porque caí voy a quedarme ahí, no, uno tiene que levantarse de vuelta y seguir luchando ya si son dos tres veces cinco o diez veces que sea necesario. “Ya si miramos que el negocio no funciona, pues podemos hacer otro, probar con otro tipo de negocio, pero tenemos que seguir luchando”
El envío de remesas creció por la población migrante que sale del país en busca de mejores oportunidades de vida, debido a este crecimiento, hace unos días la agencia Western Union, abrió otra sub agencia 7, de AirPak en Bluefields.
“Existe gran necesidad de recibir remesas en la región, ya que en los últimos meses la demanda ha aumentado en un 100%.” Señala César López, supervisor de zona, por su parte Miriam Solano, administradora de la nueva sub agencia, informó que el objetivo principal es descongestionar la sucursal del barrio Central de Bluefields, donde se concentra la población.
Solano destacó que antes del mes de agosto recibían un aproximado de 4 mil remesas mensuales, pero desde septiembre están recibiendo más de 8 mil remesas por mes.
Para la socióloga costeña, Ana Chow los procesos de migración interna y externa puede incrementarse debido a una combinación de factores ambientales, económicos y políticos que ejerce presión sobre los recursos naturales. “Tras el paso del huracán Julia considera que hay un impacto en los procesos migratorios debido a los efectos del cambio climático sobre los niveles de producción agrícola.
“La vulnerabilidad de nuestras comunidades que han sufrido diversos fenómenos naturales y que nos han estado golpeando fuertemente en los últimos años, ha venido verdad a debilitar la producción en nuestras regiones y muchas personas de nuestras comunidades tienden a emigrar, interna o externa porque hay una necesidad de encontrar tierras más firmes, hay también muchas personas qie están buscando las cabeceras municipales, ya sea Bluefields y todas sus alrededores y posteriormente buscan migrar hacia otro país” señala Chow.
De acuerdo a la socióloga estas movilidades, genere la escasez de personas calificadas o especialistas en ciertas áreas profesionales “Uno de los efectos de las migraciones es que podamos ir perdiendo nuestros talentos, porque existe una naturaleza de satisfacer las necesidades básicas, cada persona está en busca de mejores condiciones para su supervivencia”