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Los emprendimientos a raíz de la Covid-19

El 2020 fue un año de muchas oportunidades para los emprendedores

Kenner Martínez actualmente tiene una pulpería en uno de los barrios orientales de la capital nicaragüense. El comunicador social asegura que el camino ha sido difícil, pero que ha dado sus frutos.

Desde los trece años empezó a trabajar con su papá y en 2017 decidió montar su primer emprendimiento, que consistía en un taller de reparación y mantenimiento de celulares.

“En 2018, mucha gente se fue o se quedó sin empleo y cómo dábamos fiado, quedó en la quiebra. Los clientes me iban pagando quincenal. Perdí mucho dinero, porque tenía un capital de trabajo grande de varios teléfonos inteligentes más sus accesorios. Volví al mercado y le dije a mi papá que fracasé y que necesitaba trabajar en su puesto en el mercado. Todos los sábados en la tarde me pagaba 1,500 córdobas”, indica Martínez.

Posteriormente, logró un trabajo en una aseguradora, en medio de una fuerte crisis económica y el embarazo de su esposa.

“Me metí al mercado, ofreciéndole seguros a los que yo conocía y repartí 500 tarjetas de presentación que di a hacer de mi propia bolsa. Pero no logré cumplir con la meta y me reclamaron de recursos humanos”, señala Martínez.

No obstante, al mes siguiente las tarjetas de presentación dieron resultado.

Luego, con la llegada de la pandemia de la Covid-19, decidió poner una pulpería en su casa, junto a su esposa.

“Los primeros días fueron difíciles, pero poco a poco logramos tener clientela”,

asegura Martínez.

En su momento, cuando todavía laboraba para la empresa aseguradora, Martínez recuerda que lo enviaron a su casa y que posteriormente, le incrementaron las metas.

“Me aumentaron la meta a 5,000 y ahora a 7,500 dólares, que es muy difícil. Lo que pasa es que los jefes saben que tenés que vender, pero no conocen las realidades”, asegura.

A criterio de un sociólogo consultado en condición de anonimato, la Covid-19 puso en evidencia las desigualdades de los trabajadores para poder hacer su trabajo desde casa de manera eficiente.

“Esa disparidad del acceso a las tecnologías para realizar el trabajo. A algunos se les mandó a su casa, pero las personas deberían tener herramientas para trabajar desde su casa”, asevera el especialista.

El desempleo genera resiliencia

A criterio de un sociólogo consultado bajo condición de anonimato por temor a represalias gubernamentales, las crisis en Nicaragua han generado solidaridad entre la población.

“Estamos sumergidos en situaciones que debemos luchar en varios frentes, entonces, no queda otro camino que enfrentarlos. El nicaragüense ha tratado de enfrentarse a las situaciones de la mejor manera”, explica.

“Esto ha permitido la consolidación de la solidaridad, la valentía, la superación, la paciencia y la compasión. Eso genera, en la sociedad que tenemos, una suerte de cohesión social”, agrega.  

Las realidades del desempleo durante la pandemia

En el primer trimestre de 2020, la tasa global de participación laboral a nivel nacional, tenía un 70.9%, según datos del Instituto Nacional de Desarrollo (INIDE). En el segundo trimestre del mismo año, se registró una abrupta caída a 66.5%, mostrando una leve recuperación en el tercero y cuarto trimestre.

En el área urbana, la tasa global de participación laboral fue de 67.4 por ciento  (68.4% en el cuarto trimestre de 2019). Este comportamiento fue el resultado de las  tasas de participación observadas tanto en la ciudad de Managua (65.7%), como el  del resto urbano del país (69.2%). En el área rural, la tasa de participación fue mayor  y se ubicó en 74.3 por ciento (75.0% en el cuarto trimestre de 2019).

El desempleo abierto se ubicó en 5.4% en el segundo trimestre de 2020, pasando de 4.8% en el trimestre anterior. 

El subempleo pasó de 44.8% a 46% en el segundo trimestre de 2020.

A criterio del economista Marco Peña, el porcentaje de subempleo revela que, aunque el INIDE establece que hay más una tasa neta de ocupación a nivel nacional de 95.2% la mitad de la población posee un subempleo.

 “Acá no se toma en cuenta la calidad y complejidad del empleo, que tenga protección social y que genere ingresos con el pago de impuestos sobre la renta. Eso explica que la tasa de ocupación sea alta”, explica Peña.

Adicionalmente, personas que trabajan como  cuenta propia se incrementaron en 5.2% en 2020, al ubicarse de 36.7 por ciento en   el cuarto trimestre de 2019 a 38.6 por ciento en el mismo trimestre de 2020.

“El año pasado se dio la recuperación de la economía a nivel mundial y también el llamado efecto rebote estadístico, en el que las economías centroamericanas registraron tasas de crecimiento inusuales”, puntualiza Peña.

“En otros países el subempleo forma parte de las estadísticas de desempleo, pero en Nicaragua es lo contrario. Si sumás el subempleo al desempleo, según los datos del INIDE, tenés casi el 50% de la Población Económicamente Activa en el desempleo”, añade.

Desempleo impacta negativamente en la salud mental de la población

A criterio de la psicoterapeuta Fanny Álvarez, el desempleo puede incidir negativamente en la salud mental de las personas y generar procesos de depresión.

“Otra de las cosas que después viene sentir el dolor. En este sentido, llorás de la desesperación, porqué obviamente es un sentimiento de que si es primera vez, es algo impactante porqué obviamente no es algo que lo esperabas, entonces es un duelo y hay muchos sentimientos que pueden surgir en ese momento”, dice Álvarez.

La especialista recomienda no reprimir los sentimientos y emociones ante la pérdida de un empleo.

“Como todo estado, es necesario sentirlo, es decir, si ya sentiste el dolor, la frustración, el enojo, aquí viene la resiliencia, es decir que capacidad tenés vos como persona para superar las adversidades”, destaca.

Asimismo, destacó que ante la búsqueda de nuevos empleos, influye la parte emocional y el autoconocimiento.

“Creo que también depende mucho de tu estado emocional, es decir, de tu confianza a vos mismo, porqué si yo no tengo confianza, no tengo seguridad, no tengo esas herramientas emocionales, entonces no voy a poder salir de la situación pronto”, apunta.

Álvarez manifiesta, que el estado de ánimo ante la pérdida de empleos, debe tratarse a tiempo, antes de caer en depresión o incluso, decidir acabar con su vida.

Según el Mapa Salud del Ministerio de Salud de Nicaragua, entre 2017 y 2022, el año con mayor cantidad de suicidios fue 2018, el año en el que estalló la crisis sociopolítica, registrando 372 defunciones por esta causa.

Las cifras oficiales señalan, que en 2020, Nicaragua registró 330 suicidios y en 2021 se registró un pico  de 365. Mientras en lo que va del 2022, se contabilizan 208 fallecimientos por esta causa.

No todos están llamados a emprender

A criterio de un sociólogo consultado para este reportaje en condición de anonimato, por temor a represalias gubernamentales, no todas las personas tienen interés de innovar o emprender ante el desempleo.

“Esto a algunas personas no les gusta porque no genera estabilidad y entonces se producen los efectos migratorios”, afirma el sociólogo.

“Creo que es válido que las personas decidan no optar por un emprendimiento, porque es difícil, lo han intentado y no les dio resultado”, añade.

¿Qué deben hacer los emprendedores a la hora de iniciar un negocio?

La especialista en temas económicos y financieros, Gisella Canales, señala, que el primer paso para iniciar un emprendimiento es realizar un pequeño estudio de mercado.

“No necesitás ser un mercadólogo o un administrador de empresas para poderlo hacer, podés incluso de manera empírica, pero tenés que saber exactamente en qué terreno vas a empezar ese negocio, quiénes podrían ser tus posibles clientes y esos posibles clientes qué necesidades tienen, qué tanta competencia vas a tener, qué precios tiene esa competencia, qué modalidades de venta, qué tan bien recibido sería el tipo de negocio que estás pensando poner en el lugar donde estás pensando hacerlo”, expresa.

Canales asegura, que otro punto importante es conseguir el financiamiento, evitando tasas de interés demasiado altas.

“Cuando uno suscribe un crédito, tiene que pagar lo que te prestaron más cualquier comisión adicional, por ejemplo por desembolso, más los intereses, entonces quiere decir que el negocio arranca ya con el compromiso de pagar una cantidad mayor a la que recibió”, refiere.

Además que,  a la hora de renunciar a un empleo para dedicarse al negocio, como fue el caso de Luis Arvizú, se debe tener claro que los frutos no se van a ver inmediatamente.

“Si está esperando vivir de eso al mes siguiente que renunció, está equivocado o equivocada, cualquier negocio no importa su tipo, tiene cierto tiempo de maduración, tiempo en que la gente se dé cuenta, por ejemplo, de que existe ese negocio para empezarle a comprar, entonces puede llegar a la desesperación que es ese otro error frecuente de los emprendedores, quieren ver resultados desde el primer día”, agrega.

Canales indica que el emprendimiento, bajo ese nombre, es relativamente nuevo, pero que en Nicaragua siempre ha existido, puesto que la economía del país centroamericano no tiene la capacidad de generar mayores empleos.

“Entonces, como no existe esa cantidad de empleos, la gente genera su propio empleo a través de un negocio, o sea, no es algo que surgió con la crisis, puede ser que con la crisis que viene combinado con el boom de las redes sociales, se ha visibilizado más, pero no quiere decir que hasta ahora está pasando”, resalta.

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